Un plato muy fácil, y rápido, como entrada en una cena improvisada.
Partiendo de los garbanzos (que nosotros guardamos congelados) que nos sobran de un cocido, o de los pocos que echamos para hacer un caldo cuando cocemos una lengua de ternera (caldo que también congelamos, claro), y añadiendo un poco de buen chorizo riojano, sale un plato sabroso que me encantaba desde crío cuando lo hacía mi madre.
Ingredientes:
250 gr. de garbanzos cocidos (pueden ser congelados) 50 gr. de chorizo riojano de freír 4 cucharadas soperas de aceite
Elaboración:
Los garbanzos por supuesto estarán sin caldo. Y si son recién cocido los escurrimos bien. Si son congelados hay menos problema.
Se fríen los garbanzos (no hace falta descongelarlos si lo están) en el aceite a fuego medio, meneando a menudo, para que se vayan dorando. Se les echa sal fina, pues suelen quedar sosos.
Necesitarán bastante tiempo para que se hagan sin quemarse y se fría el exterior.
Una vez que han cogido color dorado y están crujientes, se añade el chorizo picadito (a un tamaño algo inferior al de un garbanzo) y se da unas vueltas hasta que éste se fría un poco, a la vez que se integra la grasilla que suelte con los garbanzos.
Comeremos los garbanzos fritos con cuidado de no quemarse, ya ves que es un plato fácil y rápido, como digo hecho con sobras.
|
Dificultad: facil
T. Preparación: 5 min.
T. Cocción: 20 min.