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Este plato lo iniciamos por tener un exceso de espinacas, buscando diferentes modos de consumirlas. Y ésta forma nos gustó, por ser fácil y sabrosa, a la vez que muy diferente.
Aunque el original lleva bacón, se puede sustituir sin problemas por algún fruto seco, así que puede venir muy bien a los vegetarianos. (dedicado a Paula, nuestra sobrina vegetariana).
Ingredientes:
150 gr. de espinacas frescas
1 huevo mediano
50 gr de bacón (o unos 25 gr. de nueces)
50 gr. de queso tipo Gruyère o Emmental
50 gr. de harina
50 cc. de cerveza o agua con gas
sal
aceite
Elaboración:
Limpiamos bien las espinacas, quitando las zonas feas y los tallos duros si tienen (si son grandes incluso tendrán fibras que podemos retirar con el mismo tallo). Las lavamos y picamos en juliana.
El bacón lo troceamos en trocitos no muy grandes, como de 1 cm. de lado. Como alternativa vegetariana usaremos nueces o algún otro fruto seco, simplemente picado en tamaño de grano de arroz (y como la mitad de peso, para equipararlo con lo que merma el bacón al freir).
El queso lo pasamos por un rallador que haga tiras ligeramente gruesas, que luego se noten. O si queremos lo picamos en daditos no muy gruesos. También podríamos usar queso ya cortado en lonchas, si se tercia, simplemente haciéndolo tiritas.
Salteamos las espinacas por unos minutos en una sartén con unas gotas de aceite y sal. Debe estar a la suficiente potencia para que se evapore el líquido que suelten, y qudar justo hechas, un poco al dente. Si partiésemos de espinacas congeladas, como no tienen desperdicio al limpiar, necesitaremos menos: deben de quedar unos 100 gr. netos después de cocinadas.
Por otro lado freimos el bacón hasta que esté ligeramente crujiente, y lo sacamos a un plato escurriendo bien la grasa.
En un bol batimos el huevo, añadimos la cerveza o agua con gas (podría ser agua normal, pero así las tortitas quedan más ligeras), salamos y mezclamos. Finalmente incorporamos la harina para hacer una crema ligera, con cuidado que no queden grumos.
Añadimos a la crema preparada los sólidos y mezclamos muy bien, para que se reparta todo por igual.
Usaremos para hacer las tortitas de espinacas una plancha o sartén grande. Si es antiadherente las daremos vuelta con una espátula de plástico, si no usaremos una metálica que pueda rascar el fondo (pues posiblemente se pegue el queso).
Untamos la sartén ligeramente de aceite para ir haciendo las tortitas, echando porciones como de una cucharada colmada de la masa, y extendiéndolas con la cuchara lo máximo posible. Cuando veamos que van cuajando les damos la vuelta con ayuda de la espátula, hasta que queden doradas (mayormente por efecto del queso) por ambos lados.
Las vamos sacando a una fuente mientras hacemos más, hasta terminar la masa hecha.
Estas tortitas de espinacas las podemos comer inmediatamente o al cabo de rato, pues se recalientan muy bien, lo mismo al horno que en el microondas. Lo dicho: otra forma sabrosa de comer verduras.
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Dificultad: normal
T. Preparación: 20 min.
T. Cocción: 10 min.