Hoy haremos un dulce muy especial, originario de EEUU, que tiene un gran problema: queda delicioso para comer a todas horas, y ni cansa ni llena (pero engordar, tiene que engordar). Avisado quedas!
El otro gran problema de los brownies es encontrar una receta decente. Es más: su supuesta historia parte de un pastelero que olvidó echar la levadura a un bizcocho de chocolate, pero incluso en muchos sitios que la cuentan luego hacen un bizcocho con levadura en vez de un brownie.
Ingredientes:
120 gr. de huevos (2) 120 gr. de mantequilla 160 gr. de azúcar blanco 120 gr. de chocolate (al 72%) 20 gr. de cacao en polvo (puede ser desgrasado) 80 gr. de harina de repostería 100 gr. de nueces peladas
Elaboración:
El original de nuestra receta de brownies es de un pastelero de EEUU, pero la hemos adaptado bastante, para hacerla más fácil, sin mezclas complicadas ni pasos secretos. Solo los trucos que contaremos... empezando por el uso de cacao en polvo, además de un chocolate de calidad con un mínimo de 70% en cacao. Y verás que el resultado es perfecto.
Como vamos a tardar poco en la preparación, comenzaremos poniendo a precalentar el horno a 180 ºC en calor convencional.
Según se calienta podemos poner en una placa de horno las nueces troceadas (unos 5 minutos), para que se sequen un poco y queden más crujientes, pero sin que se lleguen a tostar.
En un bol o jarra de cristal ponemos el chocolate troceado y lo metemos en el microondas a temperatura muy suave (2 sobre 5) hasta que esté casi derretido, vigilándolo con cuidado. A continuación le incorporamos la mantequilla, volviendo a meter en el microondas a la misma potencia que antes, hasta que veamos que se funde casi todo. Lo sacamos, revolvemos bien hasta que esté todo derretido, y dejamos enfriar un poco.
Mientras tanto batimos los huevos con el azúcar, batiendo muy bien (a ser posible con la batidora de varillas) hasta que esté blanqueada la mezcla y haya subido al doble. Le incorporamos el chocolate y mantequilla derretidos, y continuamos batiendo para que se mezcle todo bien.
Pasamos la harina y el cacao en polvo por un tamizador o colador sobre la mezcla del chocolate que teníamos, mientras continuamos batiendo hasta que se incorpore bien.
Ya solo nos queda mezclar las nueces con una cuchara, revolviendo bien para que queden entremezcladas.
Usaremos un molde metálico (importante) en el que nos vaya a quedar la mezcla como de 2-3 cm. de altura (nosotros usamos uno de 18x24 cm.). Lo untamos de mantequilla y espolvoreamos cacao para que luego se despegue mejor. Hemos comprobado que es mejor echarle cacao en lugar de harina ya que así no coje color blanco por fuera.
Cuando tenemos preparado el molde vertemos la mezcla, extendiéndola con una cuchara o espátula lo mejor posible, cuidando no rascar el fondo.
Lo llevamos al horno (recuerda que estaba precalentado a 180 ºC), donde estará alrededor de 25 minutos. Tiene que quedar hecho por arriba (que se empiece a craquelar la superficie) pero poco por dentro (ligeramente húmedo). Podemos comprobar el punto introduciendo un palillo, que no se vea que sale líquido.
Una vez hecho lo sacamos y ponemos sobre una rejilla. Lo dejamos enfriar como mínimo 30 minutos antes de desmoldarlo dándole la vuelta sobre una tabla. Una vez desmoldado y frío del todo ya es el momento de cortarlo (tal como estaba, dado la vuelta) con un cuchillo bien afilado en cuadrados como de 3-5 centimetros, según gustos (no te preocupes si se deshace un poco: al tropezar con las nueces es fácil que se rompa).
Los ponemos en una bandeja y ya están para comer,. No hay ningun problema que sobren, ya que de un día para otro continuan estando en un punto muy rico (e incluso para el día siguiente pueden mejorar), y aguantan varios días sin problemas.
Si no has comido nunca un Brownie, disfrutarás al descubrir su textura cremosa, y su gran sabor que no cansa, a poco que te guste el chocolate ;)
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Dificultad: normal
T. Preparación: 25 min.
T. Cocción: 25 min.