Este guiso se puede hacer de varias formas, y con varios tipos de setas. Quizás las mejores para ello sean los níscalos (rovellons), aunque en este caso utilizamos setas de cultivo y quedó bastante rico.
La combinación de las setas con las patatas es muy acertada, y el toque especial que le hemos dado ha sido gratinarlo un poco al final.
Ingredientes:
200 gr. de setas (de cultivo u otras) 200 gr. patatas 1/2 cebolla pequeña 1 cucharada de aceite 1 cucharadita de tomillo seco
Elaboración:
Salteamos las setas trozeadas un rato con el aceite, en una sartén o tartera pequeña. Dejamos a fuego fuerte unos 10 minutos. Conviene que queden doradas un poco, aunque no se hayan hecho. Las retiramos.
Picamos la cebolla finamente y la ponemos a pochar en la tartera unos 10 minutos.
Las patatas las pelamos, lavamos, y cortamos "cascándolas", en trozos pequeños. Las incorporamos a la tartera, así como las setas salteadas, añadimos un poco de agua y el tomillo, y tapamos para que se vaya haciendo a fuego lento.
Necesitará como 1/2 hora de cocción, revolviendo frecuentemente, y añadiendo agua cuando veamos que se ha secado mucho. Por supuesto salando adecuadamente hacia la mitad del proceso.
Una vez que veamos bien hechas las patatas, metemos al horno a gratinar durante unos 8-10 minutos, para que se termine de evaporar el agua y se dore todo por encima.
Queda un plato sabroso y agradable de entrada a cualquier tipo de comida, especialmente para segundos ligeros (pescado, etc).
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Dificultad: normal
T. Preparación: 10 min.
T. Cocción: 40 min.