El conejo que se encuentra habitualmente en los supermercados aunque no es tan insípido como el pollo barato tampoco es demasiado sabroso. En nuestra búsqueda de formas de cocinarlo (que no sea al grill con alioli) encontramos referencias a esta receta, que como de costumbre adaptamos a nuestros gustos. El resultado es gratamente rico: sabroso y aromático, y tierno a la vez que jugoso. Algo para sorprender.
Ingredientes: 1 conejo de 1,5 Kg 3 cebollas 300 cc. de vermut rojo 6 cucharadas de aceite sal y pimienta Elaboración: Ante todo limpiamos el conejo, quitamos las visceras y la cabeza, y lo troceamos en trozos no muy pequeños. Salpimentamos el conejo y lo freimos en una cazuela con el aceite para dorarlo, por tandas. Añadimos en la misma cazuela la cebolla picada en 1/2 juliana y la sofreímos un rato a fuego vivo. Finalmente añadimos el conejo, el vermut y cubrimos con agua (como igual cantidad que de vermut). Llevamos a ebullición y mantenemos a fuego lento hasta que el conejo esté tierno (sobre 1 hora y media o algo más). Deberá haberse reducido y oscurecido bastante la salsa. El resultado queda con un punto de dulzor por la cebolla y el vermut, que además le añade mucho aroma, pero complementado con el sabor de la carne, que es una mezcla sorprendente. Este plato mejora de un día para otro, o incluso congelado.
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Dificultad: normal
T. Preparación: 20 min.
T. Cocción: 1 hora 30 min.