Esta salsa, de origen inglés pero con raíces en la India, siempre se basa en cocinados largos de frutas o verduras de pulpa, muy especiado, y con un fuerte toque agridulce debido al vinagre y azúcar añadidos.
Aunque da trabajo y lleva tiempo, el resultado realmente merece la pena, y además nos dará para conservar para bastante tiempo (esterilizado o no), aunque mucho menos de lo que parece, pues se reduce mucho y, como queda muy sabroso, se come cantidad ;)
Ingredientes:
1 kilo de tomates 750 gr. de cebollas 120 gr. de azúcar morena 50 cc. de vinagre balsámico de Módena 50 cc. de vinagre de sidra 1 cucharada de sal 1 cucharadita de coriandro 1 cucharadita de jengibre 1/2 cucharadita de canela
Elaboración:
Si buscamos por ahí veremos que esta salsa admite infinidad de ingredientes y variantes (incluso picantes en vez de dulces), y con mezclas de frutos (p.ej. con manzana añadida al tomate), aunque en este caso hemos hecho una elaboración bastante básica, sobre todo en la variedad de especias, que menos casi no se pueden reducir. En cambio le hemos dado un toque más especial con el añadido de una parte de vinagre balsámico de módena, pero lo puedes suprimir si lo quieres mas suave.
Los tiempos que daré son aproximados: siempre es preferible pasarse que quedarse corto, pues el truco de esta receta es la larga cocción y la reducción hasta que quede bien espesa.
Los tomates los pelamos y troceamos más bien pequeños, pero sin esforzarnos mucho pues luego se desharán bastante. No quitaremos las pepitas ni el agua. En cambio cortaremos la cebolla muy fina para que luego no se note.
Ponemos en una sartén amplia el tomate con la cebolla a fuego medio. Dejamos hasta que empiece a soltar agua el tomate, y bajamos para que continúe suavemente el hervor. Controlando cada 10 minutos, lo tendremos entre 30 y 45 minutos, hasta que veamos que empieza a ablandarse la cebolla.
Añadimos ahora las especias molidas, la sal y la mitad del vinagre. Mantenemos la cocción otros 30 minutos, a un fuego un poco más vivo para que vaya evaporando líquido.
Cuando ya se empiece a espesar un poco añadimos el resto del vinagre y el azúcar, revolvemos bien hasta que se disuelva el azúcar, y dejamos otro período hasta que esté totalmente consumido el líquido y la salsa haya quedado consistente, más parecido a una mermelada que a una salsa.
Podemos consumir este chutney de tomate con cualquier carne, especialmente de cerdo y vaca al grill, y aguantará unos cuantos días guardado en la nevera. O podemos meterlo en botes de conserva no muy grandes y (aunque se pueda conservar sin hacerlo) esterilizarlos en agua hirviendo por 30 minutos para poderlos conservar durante más tiempo (los expertos dicen que mejora mucho su sabor en un par de meses).
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Dificultad: normal
T. Preparación: 20 min.
T. Cocción: 2 horas