Presentamos una variación de un plato muy conocido, pero en plan lujo: más rico y con mejor apariencia, y mucho más fácil de realizar de lo que parece.
La verdad es que además, al estar totalmente deshuesada, con esta terrina de manitas disfrutarás cómodamente tú ...y tus invitados, pues puede quedarte algo de impresionar.
Ingredientes:
3 manitas de cerdo 1 cebolla grande 1/2 zanahoria 1/4 de puerro 1 hoja de laurel unos granos de pimienta negra 150 cc de salsa de tomate 6 pimientos choriceros 1 huevo harina aceite para freír
Elaboración:
Ponemos en la olla a presión a cocer las manitas con la cebolla, puerro, zanahoria, sal y especias. Justo cubiertas de agua.
Lo tendremos unos 45-50 minutos (un poco más de lo habitual) para que se suelten bien los huesos.
Una vez enfriada la olla sacamos las manitas a un escurridor, retiramos el laurel y la pimienta, y guardamos las verduras. El caldo limpio lo ponemos a fuego medio hasta reducir a la mitad.
Las manitas ya templadas y bien escurridas las deshuesamos, ayudándonos de un cuchillito afilado, y cuidando de no dejar ningún huesecillo (ayudarse del tacto es imprescindible). Las cortamos en 2 o 3 trozos (según salgan) y las vamos montando en capas en la terrina, poniendo siempre la primera con la piel hacia abajo, y apretando bien cada trozo nuevo que pongamos, además de ayudarnos con recortes para tapar los huecos que puedan quedar.
Una vez terminada de rellenar la terrina, la cubrimos con un plástico de cocina, ponemos encima un paquete de algo que tengamos de aproximadamente el mismo tamaño (podemos ayudarnos recortando un cartón un poco más pequeño que la terrina), y la metemos en la nevera de un día para otro para que se enfríe bien y se endurezca.
También metemos el caldo a la nevera para poderlo desengrasar bien al día siguiente.
Para la salsa (en vez de hacer una salsa vizcaina clásica), y para compensar el trabajo extra de la terrina, haremos una "vizcaina informal" rápida: ponemos a calentar el caldo con el tomate y la carne de los pimientos choriceros (o 3 cucharadas soperas de carne limpia de bote), añadimos las verduras que habían cocido con las manitas, y trituramos bien con la batidora de brazo. Dejamos hervir 10-15 minutos para que se homogeinice.
La tarrina la desmoldamos (si se resiste podemos meter el fondo en agua hirviendo unos segundos, o ponerla sobre una sartén caliente). La cortamos con un cuchillo bien afilado en rodajas de aproximadamente un dedo de grosor (calculemos que salgan 8 rodajas en total).
Pasamos las rodajas bien por harina, sacudiendo el exceso, y luego por huevo batido. Finalmente las freímos en aceite bien caliente, para que se doren rápidamente (si las dejamos mucho tiempo empezarán a saltar bastante al derretirse parte del jugo que haya quedado). Al sacarlas las dejamos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
( nota: una alternativa más fácil -y menos calórica, y con otra textura externa muy agradable- es hacer las rodajas simplemente a la plancha, a fuego fuerte, hasta que se doren por ambos lados, y luego pasar al horno como sigue )
Una vez fritas todas las ponemos en una fuente separadas y las metemos al horno (aire caliente, 180 ºC) para que se calienten bien por dentro, hasta el momento de comer (calculemos tenerlas unos 10 minutos, no más pues se podrían desmontar).
Finalmente servimos en platos con una buena ración de salsa al lado, o sacamos la fuente con las manitas y una salsera al lado para repartir en la mesa.
Y aunque es un poco largo de explicar, como dije no es difícil de hacer, pero el resultado es para disfrutar. Si quieres un plato clásico pero con un toque de nivel, prueba a hacer esta terrina de manitas, que por otra parte se congela muy bien y se puede hacer para varias veces.
|
Dificultad: media
T. Preparación: 30 min.
T. Espera: 12 horas
T. Cocción: 1 hora