|
Después de haber hecho unos riquísimos pasteles rusos, nos quedaban las yemas para gastar. Y qué mejor que emplearlas en este exquisito dulce, típico de muchos sitios.
Con las yemas usadas sale poca cantidad, pero merece la pena probar a hacerlo, pues no da mucho trabajo y el resultado está francamente rico.
Ingredientes:
4 yemas de huevo (medianos)
100 gr. de azúcar
50 cc. de agua
caramelo líquido
Elaboración:
Para esta receta conviene partir de huevos muy frescos y de calidad, si son camperos y/o ecológicos mejor, dado que el sabor del resultado dependerá exclusivamente de la calidad de los mismos. Tendremos las yemas separadas de las claras (que usamos para otra elaboración), aunque no importa que vaya algo de clara con las mismas.
Pondremos a calentar el agua con el azúcar a fuego medio (aromatizando si queremos con un trocito de vaina de vainilla o una tira de corteza de naranja), hasta que de un hervor. Dejamos templar a 50 ºC o menos.
Mezclamos las yemas con la varilla, a mano y no con batidora, pues no conviene que salga espuma. Agregamos el almíbar colado poco a poco, mientras seguimos mezclando.
Es muy importante que no quede ningún grumo o parte de diferente textura del huevo, así que colaremos 2 veces el batido anterior, con un colador lo más fino posible.
Preparamos las flaneras untándolas hasta media altura con un poquito de caramelo líquido (lo más cómodo, si tienes) y extendiendo con el dedo. Aunque si no tienes, puede ser también un almíbar bastante espeso que hagamos, no hace falta que coja color. Repartimos equitativamente las yemas azucaradas.
Cubrimos cada flanera con un trozo de papel de aluminio, cerrándolas bien para que no nos entre agua al hervir. Las colocamos en una cazuela pero no directamente en el fondo: nosotros hemos usado un soporte de los que se usan para hacer al vapor. Ahora echamos agua hasta que alcance una altura suficiente, de unos 2-3 cm. de la flanera, y ponemos a calentar con la cazuela tapada.
Una vez que comienza a hervir el agua, bajamos el fuego para mantener el hervor al mínimo, controlando a menudo para que no hierva fuerte ni pare el hervor. las dejaremos hacer (siempre con la cazuela tapada y casi sin hervir) durante 15 minutos.
Pasado el tiempo retiramos las flaneras de la cazuela y las dejamos enfriar. Una vez frías podemos pasar los tocinos de cielo a la nevera hasta el momento de comer, pues conviene comerlos frescos (aparte de que el huevo puede estropearse fácilmente).
Se desmoldan con cuidado dando golpecitos en la flanera para que se suelten, y se pueden poner directamente en platos o colocar sobre un molde de madalena para que estén más decorativos. Y ya tenemos los tocinos de cielo terminados, para comer los que quieras... aunque ten en cuenta que cada uno corresponde a una yema de huevo, así que llenan bastante.
|
9 votos
Dificultad: normal
T. Preparación: 15 min.
T. Cocción: 15 min.